La Biomagnetoterapia es una medicina complementaria que actúa sobre la circulación de la sangre y la linfa restableciendo el estado de salud. Nace en los Estados Unidos de Norteamérica, producto de la reunión entre algunas técnicas provenientes de Oriente (China e India) y prácticas terapéuticas de origen occidental. Se ha difundido mayormente en países tales como Canadá, Francia, Inglaterra, Italia y Japón. La técnica consiste en la aplicación de pequeños imanes, que se ubican en las zonas doloridas o desvitalizadas. Los protocolos son elegidos de acuerdo a la teoría de la polaridad celular. La presencia de los imanes induce a un estado de bienestar Este método incluye armonización de los plexos nerviosos y desbloqueo de los meridianos de energía. Los primeros son considerados las zonas de reserva natural de energía y los segundos son canales por los cuales ésta circula. Se indica tanto con fines terapéuticos como preventivos. Contribuye al equilibrio de la presión arterial, mejora la digestión, la circulación de la sangre, la calidad de sueño y se recomienda como tratamiento en los desórdenes del sistema nervioso. Sus efectos se reflejan además en el equilibrio hormonal y en el metabolismo general। Es considerado un tratamiento sistémico – influye sobre todos los sistemas orgánicos – y una terapia molecular – actúa a nivel de las moléculas que componen cada célula. ¿Cómo se desarrolla una sesión? El diagnóstico biomagnético es distinto del examen médico. Surge de la evaluación de ciertos parámetros referidos a la conducción eléctrica personal y se suman a los datos aportados por la historia clínica. Antes de adoptar un protocolo de biomagnetoterapia, es necesario conocer datos clínicos, tales como el nivel de tensión arterial.
¿Qué técnicas se aplican? Las técnicas incluyen la colocación de imanes en las sesiones, la práctica de suaves movimientos en la columna vertebral y articulaciones, así como la relajación en camilla. Los bioimanes quedan sobre la piel, prolongando el beneficio de la sesión durante varios días. Luego de una primera sesión, es posible evaluar la cantidad total de sesiones que hacen falta en cada caso.